El pueblo aymara junto al consejo nacional aymara de Mallkus y T’allasFue celebrado en la localidad de Tarapacá entre pobladores, Consejo Nacional Aymara y representantes de otras comunidades territoriales. La ceremonia tradicional fue encabezada por el amawta Rumiñahui Condori Conde y Killa (su esposa) desde la cumbre de un Mallku sagrado (cerro).
Con la participación del amawta Rumiñahui Condori Conde y su esposa, la directiva Consejo Nacional Aymara de Mallkus y T’allas, un importante número de dirigentes de diversas comunidades y asociaciones aymaras e invitados, junto a los pobladores de la localidad de Tarapacá, se celebró un nuevo Machaq Mara o Año Nuevo Andino.
La primera actividad comenzó con una ceremonia circular de todos los asistentes en que se rogó por alcanzar las metas personales y colectivas de la nación aymara y del mundo indígena en general.
La ceremonia consistió en que el amawta y su esposa prepararon una mesa ritual de cuatro puntas las cuales contenían diversos objetos relacionados a lo humano y lo divino. Estos elementos fueron repartidos entre los invitados quienes rogaron por alcanzar mejoras y haciendo que sus deseos se hagan realidad.
A continuación estuvieron en vigilia durante toda la noche y hasta las seis de la mañana. En esta etapa los andinos conversaron sobre lo que se debe mejorar, sacar o rescatar, capeando el sueño y el frío junto a una taza agua caliente y a sus costumbres sagradas como es el uso ritual de la hoja de coca.
Una vez llegada la hora señalada por el amawta, los asistentes ascendieron el Mallku sagrado con el fin de esperar al nuevo sol quien trae nuevas energías de las que el hombre andino se surte para continuar con fuerza su lucha.
Esta vez se eligió un Mallku sagrado tradicional para los tarapaqueños. De ahí la importancia simbólica y concreta de esta velada, pues no se trata de imitar formas antiguas por el sólo hecho de respetar, sino de llevar estas formas a la práctica en la vida cotidiana en los lugares especialmente erigidos para ello.
Fue entonces que para conseguir ir de lo simbólico a lo concreto, todos los participantes levantaron sus manos frente a los primeros rayos del sol del 21 de junio, recibiendo la energía y renovando el compromiso del hombre andino con la tierra.
La ceremonia Amáwtica logró su máxima fuerza cuando Rumiñahui Condori Conde dijo que quienes deseaban cambiar su nombre debían optar por seguir el camino andino en su totalidad y no sólo en parte, algunos asistentes fueron bautizados con los primeros rayos de sol del Machaq Mara en una hermosa jornada andina.
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