Jaime Orpis, parlamentario por la Primera Región“Si existiera voluntad política de hacer algo realmente importante las cosas tendrían que hacerse radicalmente distintas. La Presidenta de la República debería constituirse en Arica y asignarle al Ministro de Hacienda y Ministro del Interior la responsabilidad de elaborar “el Plan Arica Parinacota” en un plazo determinado”.
Bastante preocupado se encuentra el senador por la Primera Región, Jaime Orpis, por el escaso interés que han demostrado algunas autoridades de gobierno por la nueva región de Arica y Parinacota. El fin de semana pasado, se vivió un intenso encuentro, las llamadas jornadas ciudadanas que buscan formar equipos de trabajo para resolver algunos de los problemas que padece la ciudad, sin embargo a la reunión faltaron los representantes de gobierno.
Al encuentro, realizado para analizar la situación e imprimir mayor contenido a la nueva región, asistió sólo una parte de los interesados. Los senadores por la primera región, Jaime Orpis y Fernando Flores; el alcalde de Arica; el obispo de la ciudad; Asociación de Industriales, de Pequeñas Empresas; organizaciones territoriales y funcionales; y la ciudadanía.
Aunque las autoridades de gobierno no llegaron, no fue impedimento para que las 600 personas que participaron cumplieran con el objetivo planteado por la Corporación de Desarrollo.
El senador Jaime Orpis se mostró preocupado por el poco interés del gobierno a ayudar a concretar iniciativas que permitan el desarrollo de la zona. “No por el sólo hecho de haber creado la nueva región se van a terminar los problemas de Arica y Parinacota. Si ese es el pensamiento, se llevarán una gran frustración.
“Personalmente entregué una nueva concepción en materia regional para traspasar más poder a las regiones y veinte medidas reactivadoras. Solicitamos cuatro meses para que la Comisión de Gobierno Interior y Regionalización del Senado pudieran realizar modificaciones. Sin embargo, nada ocurrió porque todas ellas son de iniciativa exclusiva de la Presidenta de la República”.
Agregó que “junto al Senador Flores hicimos todos los intentos para crear una región modelo desde un punto de vista institucional y con medidas económicas reactivadoras. El imprimirle contenido a una región es un desafío tan importante como crearla le recuerdo algunos”.
Detalló que “la razón principal para crear esta nueva región es por la condición geopolítica de las nuevas provincias de Arica y Parinacota. De manera más directa, frente a una zona fronteriza inestable, el Parlamento y el Gobierno generaron una señal potente hacia los países vecinos para que en esta zona se constituya una autoridad de primer nivel dentro de la administración Interior del Estado. Es decir, a partir de la creación de esta estructura y autoridad se busca por parte del Estado de Chile potenciar nuestra condición geopolítica”.
Para el parlamentario, la forma más eficaz para potenciar la condición geopolítica frente a esta situación, es mediante el poblamiento y la existencia de una zona económica dinámica, con desarrollo económico.
Explica además que “ninguna de estas dos condiciones se están cumpliendo hoy día en Arica. El porcentaje de aumento de la población ha disminuído drásticamente de un 10 por ciento hace algunas décadas a menos del tres. En Parinacota el crecimiento es negativo. Es decir, en una frontera inestable en vez de fomentar el poblamiento se está produciendo un despoblamiento”.
En materia económica la preocupación es la misma. Desde 1998 que los dos dígitos de cesantía golpean a la zona. “Baja inversión, falta de actividad, gente frustrada. Advierto falta de conocimiento e indiferencia frente a la gravedad de lo que está ocurriendo en Arica y Parinacota”, puntualizó.
El legislador asegura que “el Estado de Chile ha cometido una irresponsabilidad tremenda en las últimas décadas con las provincias de Arica y Parinacota al permitir que se consoliden estos grados de deterioro en fronteras inestables. Salvo en el caso del Presidente Ibáñez, ha sido una constante en la historia de Chile la falta de una inversión geopolítica por parte de nuestras principales autoridades, aún persiste la deuda con el norte extremo del país.
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