domingo, noviembre 28, 2010

La educación pública está en serio peligro


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Como una reforma que no puede planificarse entre cuatro paredes, sino que discutirse con todos los actores relevantes del mundo de la educación y así hacer realidad las declaraciones de unidad nacional que constantemente realiza el Ejecutivo, calificó la Senadora por el Maule Sur, Ximena Rincón, la llamada revolución de la enseñanza en Chile.

“Acá los problemas son de fondo, porque la educación pública está en peligro y no puede salvarse con la mirada de un grupo reducido de asesores del Gobierno, porque la propuesta no plantea una reforma integral y se reduce a pinceladas de autoritarismo y efectismo. Los liceos de excelencia van a beneficiar a menos del uno por ciento de los estudiantes y hay una intervención para los mil establecimientos más deficientes, por lo que la pregunta obvia es que va a pasar con el resto de las escuelas y liceos que no están ni en la elite ni en el grupo de colegios más deficitarios”, sostuvo la parlamentaria.

Añadió que en la reforma del Ejecutivo tampoco hay mención a uno de los temas más complejos de la educación pública en Chile y que es el financiamiento. “Tenemos el caso de Yerbas Buenas y muchas otras municipalidades que ya no saben qué hacer con sus problemas de financiamiento de la educación, tema clave y sobre el cual no hay mención alguna. Sin recursos, ninguna propuesta va a funcionar como se espera y la educación pública seguirá en riesgo, con el cierre constante de escuelas como nunca antes se vio en la historia reciente de nuestro país”, aseguró la legisladora.

NUEVA FORMA DE ANUNCIAR
Para la parlamentaria, el Gobierno está más interesado por la forma en qué hace sus anuncios, que en los efectos reales que las medidas tendrán para el país. “Acá se bautizaron como revolución una serie de anuncios que sólo buscan impresionar a la opinión pública, pero la realidad no hay nada de eso. Esto no es la nueva forma de gobernar, sino que la nueva forma de anunciar”, explicó.

Puntualizó que los liceos bicentenario, además de beneficiar a una mínima parte del universo escolar, van en contra del propósito de disminuir la segmentación de los circuitos escolares. Agregó que la disminución de las horas de clases en ciencias sociales, historia, arte y tecnología para favorecer un mayor énfasis en la enseñanza del lenguaje y matemática, debió realizarse con un uso distinto de las horas “flexibles” que contempla el currículo.

Respecto a las familias, Ximena Rincón manifestó que se desea promover una mayor información para los padres en relación al desempeño de los colegios, lo que de ser un objetivo plausible. “El problema es que si se hace tan mal y con tal falta de buen criterio como en el caso del “semáforo”, no es mucho lo que se puede esperar en este ámbito”, aseguró.

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