viernes, enero 28, 2011

VUELVE EL TEMA NUCLEAR


Compartir

Prof.Haroldo Quinteros (crónica Diario 21 27.01. 2011)

Ya está proyectada la construcción de una planta termo-nuclear en el norte de Chile; vale decir, a unos cuantos kilómetros de Iquique. Llama la atención que el tema no fuera llevado a la discusión pública por el gobierno. No estaríamos hablando del asunto si la empresa franco-belga vendedora de plantas atómicas “GDF Suez” no hubiese aventado, ella misma, la noticia. La empresa, en efecto, ha sostenido recientemente reuniones con el gobierno no para “discutir posibilidades,” como se ha vuelto a mentir, sino para el planeamiento de la construcción de una planta nuclear en el norte. La instalación de este monstruo atómico en nuestra región es cosa vieja. Aquí, el proyecto tuvo su primer vocero en el senador UDI Jaime Orpis, que de manera muy apasionada lo defendía en la televisión local. Ante la primera reacción pública contraria a él, Orpis dejó de hacerlo, puesto, que, al fin y al cabo, ello podía perjudicar su re-elección.

Sin embargo, la idea siguió su desarrollo. En octubre de 2009 el candidato presidencial Piñera se reunió en París con Sarkozy, su congénere ideológico y presidente de Francia. Allí, entre gallos y medianoche, fundaron el “Comité Empresarial Chileno-Francés de Energía,” que sellaba el trato nuclear entre Chile y Francia. El 9 de enero pasado, sin que muchos lo notaran, La Tercera informaba que Ricardo Raineri, ex - ministro de Minería, viajaría muy pronto a Bélgica para “recorrer plantas nucleares,” y reunirse luego, en París, con el ministro de Energía francés, Jean-Luis Borloon y el presidente de la empresa GDF Suez, Gérard Mestrallet. Lo más interesante es que en este viaje de gobierno, no acompañará a Golborne ningún experto nuclear, sino, como estaba previsto en el viaje de Raineri, el empresario Guillermo Luksic, cuyo hermano mayor, el magnate Andrónico Luksic, ya había hecho las primeras gestiones en Francia el 2006, donde además fue hacer política de la más pura: averiguó (según refiere La Tercera) cómo el gobierno francés había enfrentado las protestas ciudadanas contra la construcción de plantas nucleoeléctricas. (por supuesto, el imperio Luksic está profundamente interesado en la construcción y posesión de la planta, que, vendería energía a todo el país).

Los mercaderes nucleares hacen su negocio, tratando de vender, como sea, sus plantas, aquí y acullá. De hecho, las quieren meter en cualquier parte donde se las compren, lo que ocurre cada vez menos. ¿Quiénes se las comprarían? En primer lugar, los gobiernos neoliberales, por sobre en países en desarrollo, lo que condice muy bien con las exigencias de ese régimen de producción, pragmático y sin escrúpulos, si por medio está la ganancia rápida y fácil. El gran réclame de venta que exhibe la empresa francesa es la "enorme cantidad de energía que necesitan las mineras del extremo norte." ¡Qué manera más audaz de meterse en nuestros asuntos! Y vaya, así que las transnacionales que se llevan a precio de huevo el 70% de nuestro cobre, necesitan ganar más todavía, y hay que complacerlas. Además, el argumento es falso. Ningún plan extractivo minero puede partir sin estudios energéticos, lo que le ha permitido funcionar a las maravillas.

Lo que se quiere es usarnos de conejillos de indias para llevar esa energía al resto del país, existiendo, como se ha probado hasta el cansancio, la posibilidad objetiva de desarrollar fuentes energéticas naturales y seguras, como la eólica, la solar y la geo-térmica, desde esta misma zona nuestra. GDF Suez sabe lo que está haciendo. ¡Qué importan la democracia y los derechos de la población o lo que piensen los habitantes de las regiones afectadas, si aquí mandan los gobiernos centrales, y sólo con ellos tienen que entenderse! El proyecto debe ser absolutamente rechazado. No puede ser más inaceptable.

Además de ser inconsulto a la ciudadanía y fraguado enteramente a sus espaldas, una planta nuclear exige una enorme cantidad de agua que aquí ya casi no existe, fuera del hecho que el norte y todo el país está montado sobre una enorme falla geológica. "Todo está calculado" dicen estos mercaderes. La planta, dicen, "se desactiva al primer temblor" (lo mismo que repetía Orpis). ¿Y si el epicentro de un movimiento grado 5 o 6, que son muy frecuentes en el norte, sobreviene en el núcleo de la planta? ¿O si se produjera en el receptáculo de la basura atómica –el más letal de los basureros del mundo- que necesariamente debe construirse paralelamente con la planta? Tienen previsto eso?
Hora de actuar, iquiqueños. Fueron 100 bombas atómicas como la de Hiroshima las que estallaron en Chernobyl. ¿Vamos a aceptar, siquiera en parte, un riesgo como ése?

No hay comentarios.: