Opinión: Marco Enríquez-Ominami
Durante estas semanas
de mundial, el interés colectivo gira en torno a una pelota, seguramente un
extranjero que visite Chile este mes creería de manera fehaciente que nuestro
país es un espacio donde la actividad física y el deporte se establecen como una
dimensión de alto impacto y de carácter prioritario. No obstante, cuando
logramos distanciarnos de esta fiebre mundialera- multiplicada por los
fantásticos resultados de nuestro seleccionado- nos encontramos con una
realidad muy distinta.
Pasemos a revisar
nuestra realidad, debemos partir hablando del presupuesto total destinado al
deporte en nuestro país, que no supera en cifras promedio de los últimos años,
los 250 millones de dólares, ¿es posible tener una población en movimiento
permanente con esas cifras?. Esta es una dimensión del problema, los recursos.
Otra, son los hábitos, es decir, la habitualidad o sistematización con la cual
practico deporte. Y en este punto es clave el rol del Estado. La discusión
planteada sobre la reforma educacional, debe establecerse mas allá de los
aspectos relacionados con la gratuidad, e incorporar los programas y contenidos
a impartir. La cultura física debe ser un espacio integrado al proceso
educacional encargado del desarrollo biopsicosocial del ser humano. El deporte
y la actividad física estimulan el desarrollo cognitivo, establecen espacios de
socialización, permiten construir identidad colectiva e individual, y nos
define desde un espacio colaborativo. Vivimos en una sociedad que exacerba el
funcionamiento individual, potencia la competencia, nos fomenta el aislamiento
emocional. El deporte fortalece nuestras redes afectivas y establece un espacio
común de encuentro.
Históricamente los
gobiernos denominados de izquierda han visto a la actividad física y el deporte,
como expresiones secundarias en el desarrollo humano, las entienden como
expresiones complementarias, ya que, en el centro deben situarse las
actividades asociadas con ¨el pensar¨. Así década tras década han puesto al
deporte en un espacio menor de la discusión pública, y reduciéndolo a la esfera
de los grandes eventos deportivos. Por su parte la derecha ha utilizado de
manera instrumental al deporte, mediante la construcción de infraestructura
(necesaria, pero que no soluciona el problema de base) o a la generación de
eventos deportivos aislados, carentes de continuidad y sistematización, con el
único objetivo de dar cifras alegres sobre el número de chilenos que realizan
actividad física. ¿Esto implica la generación de un habito?, claramente no. Si
esta práctica no se proyecta en el tiempo y se sostiene durante TODA la vida.
Vivimos en una
sociedad altamente patologizada, con indicadores alarmantes de enfermedades
cardiovasculares, trastornos mentales y con altas ingestas de psicotrópicos.
Sumado al nivel de sedentarismo en torno al 80 por ciento y con un 25 por
ciento de nuestra población infantil con sobrepeso. A todo lo anterior debemos
sumar la esperanza de vida cercana a los 78 años. ¿Qué adultos mayores estamos
formando en su integralidad?. Esto sin lugar a dudas va a significar costos
altísimos al Estado en la cobertura de diversas enfermedades asociadas a la
combinación de edad y estilos de vida.
El énfasis debe estar
en la construcción de políticas públicas integradas, donde deben converger los
ministerios de Salud, Educación y Deporte. Urge la formación de una oficina
interministerial que articule de manera permanente estas tres carteras, el
acento debe estar puesto en los colegios, es allí donde lograremos generar
cambios reales en los estilos de vida.
Finalmente, cuando la discusión pública y el camino de la
historia nos lleva como sociedad a la búsqueda de derechos universales
garantizados, debemos ya abrir la discusión a los derechos de segunda
generación y en estos aparece el deporte. Nuestra constitución debe establecer
como un derecho inalienable el acceso en todas sus formas a la actividad física
y el deporte en las distintas etapas de la vida y de forma sistemática,
adecuando los programas a los diferentes grupos etarios y a las poblaciones
especiales. Es el momento para comenzar este camino.
#Iquique Asi surgen…
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